CAMBIO YO...... CAMBIAS TÚ
Todos evolucionamos, cambiamos.
A solas, en buena o mala compañía.
Gracias a alguien.... a veces por voluntad propia, a veces por circunstancias duras o adversas.
Pero desde luego, nunca y en ningún momento, somos los mismos, cambiamos, mutamos......
No queremos saberlo, no queremos darnos cuenta, no nos gusta que nada pueda sacarnos, de nuestro supuesto reducto seguro, algo a lo que aferrarnos, cómo un tótem que nos ofrece un pequeño territorio o mini universo inamovible.
Siempre tendremos preguntas, preguntas que nos llevan a la duda e incertidumbre.
¿Evolucionamos o cambiamos todos a la vez?
¿ Será quien yo conocí, siempre igual?
¿ Puedo esperar lo mismo siempre de esa persona?......
La respuesta no es fácil, ni certera.
Cada uno es cada cual, cada uno es cómo es, cada circunstancia y cada persona pueden cambiar por motivos diferentes, los cuales, no alcanzaremos nunca a controlar.
No mires siempre igual, no busques siempre lo mismo, no esperes algo, que en el momento que lo probaste, te sepa siempre de la misma manera.
Por qué, desde entonces, quizás ya no sea lo mismo, puede que sea parecido, mejor o peor.....
Pero desgraciadamente, nunca será igual..........
Cuéntame que te contaré, es un blog de mini cuentos para jóvenes y adultos de temática variada. Cuentos que tratan la actualidad social, cuentos en clave de humor, y también de amor o desamor, por ejemplo. En definitiva,una buena excusa para pasar un ratito agradable mientras te tomas un descanso. Desconecta y disfruta. Un abrazo, Juan Soriano.
sábado, 7 de octubre de 2017
sábado, 16 de septiembre de 2017
POESÍA BREVE
POESÍA BREVE
SÍ, EL MUNDO ERA POESÍA.
POR QUÉ CADA MAR, CADA BOSQUE, SIEMPRE SUGERÍAN UNA BELLA ESTROFA.
SÍ, EL MUNDO ERA POESÍA.
POR QUÉ CADA MAR, CADA BOSQUE, SIEMPRE SUGERÍAN UNA BELLA ESTROFA.
Etiquetas:
Más minicuentos en tweeter @cuentamequeteco,
Más minicuentos mios en tweeter @cuentamequeteco
Ubicación: España
Unnamed Road, 16195 Altarejos, Cuenca, España
miércoles, 30 de agosto de 2017
LA MONEDA
LA MONEDA
Siempre quiso ser libre, independiente, cómo las chicas de las series de televisión, esas series en las que van siempre tan monas, vistiendo elegantemente, en una gran ciudad, con muchas luces y restaurantes a los que va gente muy importante.
Pensó
que las amigas del pueblo, se morirían de la envidia si supiesen la
forma de vida que se había montado en la capital. No se podía
quejar, ya que había conseguido un muy buen trabajo, un piso
precioso... y algo que jamás se le ocurriría confesarles. Tenía
dos amigos, si... dos amigos, de los que se quedan a dormir después
de una velada con botella de vino, con una buena sesión de sexo, sin
tabues, sexo del bueno, sin complejos, eso si, ninguno debía de
saber nunca de la existencia del otro. Esa era la premisa, para que
todo funcionase a la perfección.
Olga,
jamás pensó en lo duro que es ser una mujer de hoy, independiente,
trabajadora, todo muy bonito, pero precisamente lo que no le sobraba
era tiempo, siempre de cabeza. Buena parte de ese tiempo se lo
dedicaba a lo que ella denominaba su “ Pequeno Secreto “. Su
secreto no era otra cosa, que su relación a la vez con los dos
chicos.
Pasaron
los meses, quizá un año, realmente estaba tan liada entre el
trabajo, la casa y atender a sus dos queridos amantes, que ni
recordaba el tiempo que llevaba con ese trajín.
Exausta,
se planteó que había llegado el momento de levantar el pié del
acelerador, la aventura, ya la estaba no solo aburriendo, si no
agotando. Fue bonito y rematadamente excitante, pensaba, mientras se
planteó la manera de elegir a uno sólo de sus galanes, para
convertirlo en su única pareja.
Andrés
era un cuerpo diez y mejor en la cama, guapo a rabiar, una delicia
morena, un pecado inconfesable. Sus citas no eran de elegancia y
glamour precisamente. No le importaba, su sola presencia le
estremecía. Salir a cenar a una cadena de comida rápida y ver una
pelicula en el cine, nunca lo consideró algo ordinario, tampoco su
trabajo, Andrés era el electricista más majo, que había conocido
nunca.
Ramiro,
tampoco estaba mal, la verdad es que en la cama era buenísimo, pero
no precisamente el más guapo del mundo. El alto ejecutivo de una
empresa telefónica, en sus fascinantes citas, llevaba a Olga a los
mejores restaurantes de la ciudad, conocía a buena parte de la
burguesía de la zona y tenía en el puerto, un yate de los que no
habría ni soñado antes de conocerlo.
Había
llegado el momento de decidirse, lanzó una moneda al aire, al caer
salió cruz. Andrés....
¡
volveré a tirarla ! Dijo en voz alta Olga, y volvió a salir cruz.
Repitió la tirada y a la tercera salió cara. Eso significaba que
iba a elegir a Ramiro, su galán ejecutivo. Con una sonrisa y un
suspiro pensó, que ese era el destino que le había deparado la
moneda, o por lo menos eso quiso pensar, mientras decidía cómo
decirle a Andrés que quería romper con él. Cogió el teléfono y
le llamó para darle la noticia. Una vez colgó, pensó en que hoy
pediría langosta en el restaurante al que le iba a llevar Ramiro. Me
encanta la langosta.... mientras reía, borró el número de Andrés
de la agenda.
viernes, 18 de agosto de 2017
GRIS CONTAGIOSO
GRIS CONTAGIOSO
Se levantó cómo todas las mañanas, desperezándose, y sin ganas de nada.
Al mirarse en el espejo, observó que su cara y parte del cuerpo se habían vuelto, de un tono grisáceo, oscuro....... cómo los días de tormenta en invierno.
Las prisas, no le dejaron pensar en más, se arregló y salió hacia el trabajo.
Por la calle, fue observando que algunas personas también tenían ese mismo tono gris, en sus caras, brazos o piernas, cómo si fuese algo contagioso, que se iba extendiendo poco a poco, tapando el color natural de cada uno.......
ahogando su propia luz natural.
Durante la jornada, no pudo concentrarse en otra cosa, se miraba la piel, para ver si las zonas grisáceas aumentaban. Su melancolía característica, ese día se convirtió en angustia.
Pidió permiso a su superior para ir a consulta médica. Allí, no salió de su asombro cuando le dijeron que el tono de su piel era normal, que no se preocupase. Se fue hacia casa llorando.
Una vez en el apartamento, se encerró en su habitación, sin poder dejar de llorar, pensaba en porqué se veía así y no pudo encontrar respuesta.
Así estuvo horas, acabó repasando su vida, recordando...... cuando en el colegio pintaba bodegones, afición que le llevó a realizar cuadros que causaban admiración para su corta edad. Lo que no pudo saber, es por qué había dejado de hacerlo.
¡ Dónde estarán mis pinturas ! exclamó. Buscó por todos los armarios y cajones, bajó al trastero y entre un montón de cosas viejas, allí estaba su estuche, lleno de polvo, esperándole.
Subió directamente a la terraza, colocó el caballete, un viejo lienzo amarillento y empezó a pintar el horizonte hasta que anocheció.
Al bajar a casa, ya no se sentía triste, la angustia había desaparecido..... incluso ya no recordaba su piel gris. Al día siguiente, al mirarse al espejo, su rostro era normal, incluso una sonrisa apareció reflejada.
Desde entonces ya no guardó su estuche de pinturas, lo dejó cerca, a la vista, por si el gris volvía a su vida. Por la calle y en el trabajo, siguió viendo gente gris, no se atrevió a decir nada, por si pensaban que le había invadido la locura. Había encontrado la cura a la epidemia de gris contagioso, por casualidad, entre sus recuerdos y vivencias de la infancia, donde la inocencia y el color, predominan.
Se levantó cómo todas las mañanas, desperezándose, y sin ganas de nada.
Al mirarse en el espejo, observó que su cara y parte del cuerpo se habían vuelto, de un tono grisáceo, oscuro....... cómo los días de tormenta en invierno.
Las prisas, no le dejaron pensar en más, se arregló y salió hacia el trabajo.
Por la calle, fue observando que algunas personas también tenían ese mismo tono gris, en sus caras, brazos o piernas, cómo si fuese algo contagioso, que se iba extendiendo poco a poco, tapando el color natural de cada uno.......
ahogando su propia luz natural.
Durante la jornada, no pudo concentrarse en otra cosa, se miraba la piel, para ver si las zonas grisáceas aumentaban. Su melancolía característica, ese día se convirtió en angustia.
Pidió permiso a su superior para ir a consulta médica. Allí, no salió de su asombro cuando le dijeron que el tono de su piel era normal, que no se preocupase. Se fue hacia casa llorando.
Una vez en el apartamento, se encerró en su habitación, sin poder dejar de llorar, pensaba en porqué se veía así y no pudo encontrar respuesta.
Así estuvo horas, acabó repasando su vida, recordando...... cuando en el colegio pintaba bodegones, afición que le llevó a realizar cuadros que causaban admiración para su corta edad. Lo que no pudo saber, es por qué había dejado de hacerlo.
¡ Dónde estarán mis pinturas ! exclamó. Buscó por todos los armarios y cajones, bajó al trastero y entre un montón de cosas viejas, allí estaba su estuche, lleno de polvo, esperándole.
Subió directamente a la terraza, colocó el caballete, un viejo lienzo amarillento y empezó a pintar el horizonte hasta que anocheció.
Al bajar a casa, ya no se sentía triste, la angustia había desaparecido..... incluso ya no recordaba su piel gris. Al día siguiente, al mirarse al espejo, su rostro era normal, incluso una sonrisa apareció reflejada.
Desde entonces ya no guardó su estuche de pinturas, lo dejó cerca, a la vista, por si el gris volvía a su vida. Por la calle y en el trabajo, siguió viendo gente gris, no se atrevió a decir nada, por si pensaban que le había invadido la locura. Había encontrado la cura a la epidemia de gris contagioso, por casualidad, entre sus recuerdos y vivencias de la infancia, donde la inocencia y el color, predominan.
miércoles, 2 de agosto de 2017
EVOLUCIÓN IMPERFECTA II PARTE
EVOLUCIÓN IMPERFECTA II PARTE
El fiel y entregado perro Labrador, estaba inmerso en un sueño. Rememoraba sus momentos de mayor éxito. Su antiguo dueño, le entrenó desde que era un cachorro jugando al Frisbee. Su pasión y entretenimiento preferido, de esa manera, jugando y compitiendo consiguieron ganar certámenes nacionales y obtener muy buenos resultados a nivel internacional. Fue para él, una época fabulosa.
Todo eso pasó, no hacía muchos años, pero ya lo recordaba cada vez más lejano. Al despertar en el suelo de la cocina, volvió al presente, y se sintió infeliz, cómo venía siendo habitual, de un tiempo a ésta parte.
Al rato, sus actuales dueños salieron de la habitación, para iniciar una nueva jornada, junto a ellos, con la cola en alto y cara de satisfacción, les acompañaba Zeus, el gato consentido. Apenas le dedicaron un leve saludo, lo primero que hizo Tamara, fue ponerle la lata de comida favorita de su mimado gato. Otra de tantas veces, en las cuales, Fidel se sintió, cómo que estaba de más.
Años antes, su anterior dueño, visitaba a su hermana y cuñado de vez en cuando. Con él, siempre iba Fidel, su entonces orgulloso campeón. Tamara y Ramón, eran padres noveles, su pequeña niña, era la alegría de la familia, en aquella época, todo iba a la perfección, pero, como a veces pasa en la vida, lo bueno no siempre dura lo que se quiere.
Desgraciadamente, la joven familia tuvo la mala suerte de perder a su hija en un accidente, un suceso que les sumió en una gran depresión.
Sus seres queridos se volcaron con ellos, en especial con Tamara, estaba tan afectada, que su estado de salud mental era muy delicado.
En las visitas de su hermano, lo único que le hacía reaccionar era el contacto con Fidel. El perro, intuyendo la inmensa tristeza de Tamara, le dedicaba todo tipo de carantoñas, lametones y juegos, que poco a poco, fueron ayudándola a sobre llevar, la carga de la pérdida de su hija.
Fidel sabía que su cariño le hacía mucho bien a la joven pareja, de manera que no dudó en dedicarles toda su atención. Su dueño les ofreció dejarlo una temporada con ellos, así les haría compañía a modo de terapia, una temporada, que se convirtió, en un cambio definitivo de hogar.
Fidel renunció a sus éxitos, viajes por todo el mundo, competiciones muy importantes, en definitiva lo que le hacía feliz. No por ello dejó de serlo, se adaptó de maravilla a su nueva familia y se entregó a ellos en cuerpo y alma sin esperar nada a cambio.
Ahora todo había cambiado, Tamara y Ramón, ya habían superado la pérdida, incluso estaban intentando concebir otro hijo, además, desde que Zeus se había escapado, sólo tenían tiempo para él. Fidel sintió de lleno la ingratitud humana, algo que nosotros aceptamos de mala gana, que soportamos, cómo parte de nuestra naturaleza, pero era algo incomprensible para él, algo que Fidel no lograba darle ningún posible sentido.
Un día, el hermano de Tamara les visitó, Fidel se alegró mucho, le seguía queriendo y echaba de menos.
La pareja le dió una gran noticia, esperaban un hijo, se abrazaron y celebraron efusivamente, algo que a nuestro protagonista no le pasó desapercibido.
Comieron, rieron y lloraron acompañados, a sus pies, de su fiel compañero, compartiendo juntos, su alegría.
A la hora de despedirse, en la puerta, ocurrió algo inesperado, Fidel había decidido, quizá por intuición, que el momento de volver con su dueño había llegado, no se separó de él e insistía cogiéndolo del pantalón y ladrando. Montó tal jaleo, que todos se dieron cuenta de la intención del inteligente perro.
Y así ocurrió, Fidel quería volver a su antigua vida y se lo permitieron, simplemente le dejaron marchar, Tamara y Ramón, ya habían superado su problema. Se despidieron de la criatura que se desvivió por ellos, y ya está, así de simple, cómo el que vende o regala un electrodoméstico que ya no quiere. Sin darse cuenta, ese desenlace se fue fraguando poco a poco, a medida que ya no le necesitaban y el egoísta gato consiguió ser el protagonista de la atención de sus dueños.
Así terminó una etapa en la vida, del Labrador campeón de Frisbee, sus para él, queridos dueños temporales, pronto lo olvidaron. No insistieron mucho en verle, ya tenían otras cosas en la cabeza. A Fidel no le importó, estaba orgulloso de haber ayudado a la familia de su dueño, de forma desinteresada, sin esperar nada a cambio, por el simple hecho de la satisfacción de haber realizado una buena obra.
Los buenos momentos en las competiciones volvieron, volvió a ganar, a ser feliz haciendo lo que adoraba y la tristeza pasó ya, a ser parte del pasado.
Eso sí, no olvidó, sin rencores pero sin olvido. Los humanos no devuelven toda la entrega y dedicación que reciben, no agradecen los favores recibidos, no valoran el tiempo y esfuerzo invertido en ellos. Que a pesar de ser, la especie dominante, no eran ni mucho menos, la mejor evolucionada...... ni de lejos.
Ubicación: España
Valencia, España
miércoles, 21 de junio de 2017
EVOLUCIÓN IMPERFECTA I PARTE
EVOLUCIÓN IMPERFECTA I PARTE
En casa Zeus, era el amo y señor. Iba y venía por todas las estancias a su antojo. Todos los muebles eran susceptibles de usarse, para echar una buena siesta y estrenaba rascador cada medio año, todo a pedir de boca, excepto por un pequeño sobrepeso al cual, nunca hizo excesivo caso.
Por las mañanas avisaba a los humanos que le servían, para que le sacasen de la caja fría, su sobre de carne preferido y que le llenasen su cuenco de pienso fresco. Todo iba a las mil maravillas.
Su compañero se llamaba Fidel, un amable y cariñoso Labrador color canela. Fidel y Zeus se llevaban bien, Zeus llevaba las riendas y el buenazo de Fidel nunca era capaz de hacer algún amago de protesta.
Los dos amigos jugaban y se hacían compañía mientras los humanos estaban fuera de casa, en sus juegos siempre ganaba Zeus, a lo que Fidel, no le daba importancia por su generosa forma de ser, incluso tampoco se enfadaba por que el tenía que dormir en el suelo, mientras que su caprichoso compañero felino, dormía en la cama calentito entre los dos humanos.
Un día los humanos, llegaron a casa con un libro que mientras leían, observaban fijamente a Zeus y cuchicheaban. En poco tiempo empezaron a darle órdenes de donde no podía subirse y le cerraban la habitación por la noche, Zeus estaba furioso.
En pocos días, notó que el sobre de carne estaba cómo soso y el pienso poco sabroso, le habían puesto a dieta.
Una noche cómo en las recientes otras, le cerraron la habitación dejándolo fuera. A lo que respondió con unos minutos de maullidos protesta, que no obtuvieron respuesta, eso aún le enfureció más. Fidel le quiso animar dándole unos cariñosos lametones, sin conseguir aplacar la rabia de su amigo.
Al día siguiente, al despertar, los humanos de Zeus se dieron cuenta de que la puerta del balcón estaba abierta y no estaba en casa.
Zeus ya llevaba horas acercándose a varios humanos por la avenida, intentando decidir cual era el idóneo para que le adoptase y poder así disfrutar de la gran vida, cómo a él le gustaba.
Nerviosos y preocupados, sus dueños fueron a buscarlo, se separaron y cada uno de ellos fueron preguntando por la calle y llamando a Protectoras de animales por si sabían de Zeus.
Después de unas horas tuvieron la suerte de encontrarlo y pudieron llevarlo para casa.
A partir de ese momento, Zeus se convirtió en el gato más afortunado y consentido del mundo. Su travesura y malos modales, no sólo no le perjudicaron, si no, que consiguió vivir aún mejor de lo que vivía antes. El pobre y amable Fidel, pasó a segundo plano, el perro fiel, que nunca dió un problema a sus dueños, quedó un poco desatendido de cariño.
Zeus, gracias a su rabieta y egoísmo consiguió todo lo que se propuso, incluso seguir durmiendo con los humanos en su cama, sin importarle que su amigo y compañero Fidel, se quedara fuera de la habitación.
El pobre Labrador, sin entenderlo, estuvo muchos días triste y pensativo. Se preguntaba por qué, ser amable, atento, fiel y protector, no le había servido para ganarse el respeto de sus queridos dueños, mientras Zeus, por todo lo contrario, lo tenía todo.
Después de días meditando el por qué, llegó a la conclusión, que los humanos eran unos ingratos, que no sabían valorar el esfuerzo y la entrega de quien ya consideraban cómo algo seguro. Alguien que sin pedir ni exigir nada, lo daba todo.
Aún así, sin entender esa forma tan absurda de comportarse, se propuso no olvidar, no olvidar nunca que los humanos pueden llegar a ser unos grandes desagradecidos, que olvidan rápido los favores y entrega desinteresada. Que al fin y al cabo, a pesar de ser sus dueños, no eran ni de lejos, nada perfectos.
domingo, 23 de abril de 2017
EL INCORRUPTIBLE
EL INCORRUPTIBLE
De todos los miembros del partido político que conocía, él mismo, era el único que no había sacado tajada nunca.
En las últimas elecciones volvieron a ganar, cómo en la infinidad de ocasiones anteriores.
Nuestro protagonista, sorprendido de que los votantes no les echaran de la vida política, con un gran fracaso electoral, empezó a pensar que quizás la corrupción no era tan mala.
Pensó que todos los miembros de su partido que el conocía, se habían comprado un gran coche o un gran barco gracias a sus influencias y haber robado de las arcas públicas.
También pensó que el pueblo nunca les había recriminado sus fechorías, en los miles de trapicheos, por lo tanto, su conclusión fue, que no debería de ser tan malo.
De pronto se imaginó disfrutando de una mañana de sol en el ático ese tan caro del que tanto le hablaba su mujer. Total, tampoco tenía que robar tanto, solamente unos cuantos contratos a dedo, unas cuantas licitaciones de obra sobre valoradas y unas pocas de comisiones, su sueño se haría realidad.
Desde entonces sus compañeros de partido ya no le llamaron el incorruptible. Las siguientes elecciones todavía aumentaron su ventaja electoral.
Es lo que quiere el pueblo, se decía riendo desde su ático, tumbado al sol con una copa de champán francés en la
mano y una sonrisa sarcástica en su recién estrenada cara dura.
De todos los miembros del partido político que conocía, él mismo, era el único que no había sacado tajada nunca.
En las últimas elecciones volvieron a ganar, cómo en la infinidad de ocasiones anteriores.
Nuestro protagonista, sorprendido de que los votantes no les echaran de la vida política, con un gran fracaso electoral, empezó a pensar que quizás la corrupción no era tan mala.
Pensó que todos los miembros de su partido que el conocía, se habían comprado un gran coche o un gran barco gracias a sus influencias y haber robado de las arcas públicas.
También pensó que el pueblo nunca les había recriminado sus fechorías, en los miles de trapicheos, por lo tanto, su conclusión fue, que no debería de ser tan malo.
De pronto se imaginó disfrutando de una mañana de sol en el ático ese tan caro del que tanto le hablaba su mujer. Total, tampoco tenía que robar tanto, solamente unos cuantos contratos a dedo, unas cuantas licitaciones de obra sobre valoradas y unas pocas de comisiones, su sueño se haría realidad.
Desde entonces sus compañeros de partido ya no le llamaron el incorruptible. Las siguientes elecciones todavía aumentaron su ventaja electoral.
Es lo que quiere el pueblo, se decía riendo desde su ático, tumbado al sol con una copa de champán francés en la
mano y una sonrisa sarcástica en su recién estrenada cara dura.
Etiquetas:
Más minicuentos en tweeter @cuentamequeteco
Ubicación: España
Valencia, España
martes, 21 de marzo de 2017
VENCIDA OSCURIDAD
VENCIDA OSCURIDAD
Tras meses de frío y penumbra, mañanas gélidas y largas noches, la luz se abre paso, poco a poco...
.. sin prisa, arañando cada día, unos minutos a la oscuridad.
Marzo se despereza despacio, despertando de la prolongada quietud invernal, siendo protagonista de una lenta metamorfosis que desemboca en una nueva estación.
Atrás quedaron esas tardes de diciembre, cuando apresuradamente, el sol abandonaba tan pronto levante......
tan pronto, que el Mediterráneo, triste al igual que sus moradores, ansiaba la llegada de cada nuevo día, el cual,
repetidamente terminaba una y otra vez de forma precipitada.
Por fin, las flores rompen en un estallido de olor y color, deleitando los sentidos, que junto la luz y el calor, consiguen sacarnos del prolongado letargo emocional.
Por fin los trinos de los pájaros, resuenan, dando la bienvenida a la estación que abre sus puertas e inaugura la mejor parte del año en el hemisferio norte.
Se acabó la cuenta atrás, el momento ha llegado, disfrutemos de ello y vivamos al minuto éste ansiado regalo.
Un obsequio, que a medida que la vida pasa, valoramos mucho más cada año. Años que van pasando, acumulando recuerdos y experiencias, pero que ya no se repiten.
Disfrutad amigos, de ésta preciosa estación, que es la envidia de los que nos visitan y saben la suerte que tenemos.
Deleitaros y vivir cada momento, para cuando vuelva el frío y la oscuridad, no tengamos la sensación de que otro año ha pasado tan rápido..... que no nos dio tiempo de saborearlo.
Tras meses de frío y penumbra, mañanas gélidas y largas noches, la luz se abre paso, poco a poco...
.. sin prisa, arañando cada día, unos minutos a la oscuridad.
Marzo se despereza despacio, despertando de la prolongada quietud invernal, siendo protagonista de una lenta metamorfosis que desemboca en una nueva estación.
Atrás quedaron esas tardes de diciembre, cuando apresuradamente, el sol abandonaba tan pronto levante......
tan pronto, que el Mediterráneo, triste al igual que sus moradores, ansiaba la llegada de cada nuevo día, el cual,
repetidamente terminaba una y otra vez de forma precipitada.
Por fin, las flores rompen en un estallido de olor y color, deleitando los sentidos, que junto la luz y el calor, consiguen sacarnos del prolongado letargo emocional.
Por fin los trinos de los pájaros, resuenan, dando la bienvenida a la estación que abre sus puertas e inaugura la mejor parte del año en el hemisferio norte.
Se acabó la cuenta atrás, el momento ha llegado, disfrutemos de ello y vivamos al minuto éste ansiado regalo.
Un obsequio, que a medida que la vida pasa, valoramos mucho más cada año. Años que van pasando, acumulando recuerdos y experiencias, pero que ya no se repiten.
Disfrutad amigos, de ésta preciosa estación, que es la envidia de los que nos visitan y saben la suerte que tenemos.
Deleitaros y vivir cada momento, para cuando vuelva el frío y la oscuridad, no tengamos la sensación de que otro año ha pasado tan rápido..... que no nos dio tiempo de saborearlo.
Etiquetas:
Más minicuentos en tweeter @cuentamequeteco
Ubicación: España
Valencia, España
viernes, 24 de febrero de 2017
EL MEJOR REGALO
EL MEJOR REGALO
El vacío vital, vino acompañado de una melancólica tristeza, dolorosos ingredientes, que mezclados, fueron parte de un mal trago emocional.
El final había llegado, consecuencia de una avanzada edad, que por regla general, no suelen alcanzar el resto de los mortales.
Infinidad de recuerdos se quedaron atrás, cuando su centenaria abuela la abandonó. Recuerdos de una familia que ya no estaba completa, por qué, dos generaciones ya eran parte del pasado.
Después de la pérdida.....pasó el verano, el otoño, y el frío invierno llegó. En enero, el día de su cumpleaños iba a ser el primero sin sus seres queridos. La casualidad o un guiño de la providencia quiso que Chebem, fuese a nacer en esa misma fecha.
Una niña preciosa, de grandes y curiosos ojos. De sonrisa generosa y gesto amable. Una bendición que recibimos con ilusión. Un regalo en forma de criatura, que la hizo la más feliz de las tías.
La vida se abría paso y una pequeña personita, vino a alegrársela a ella y al resto de la familia. Alegría y gozo unidos, que llenaron el vacío que dejaron nuestros mayores.
Chebem nos trajo algo muy grande, representa lo mejor que podríamos esperar, que es, su alegría y ganas de vivir.
Su inocencia, nos trae los recuerdos de nuestra infancia, casi borrados por el paso del tiempo.
La niña de nuestros ojos, querida ahijada, representa, la esperanza y el futuro de una nueva generación. Deseamos que disfrute de un mundo mejor. Un mundo sin guerras ni egoísmo, sin crueldad ni prejuicios, sin envidias ni discriminación.
Por tanto, lucharemos, lucharemos por qué, el conformismo es la anestesia del entusiasmo y la indiferencia es cómplice de la injusticia.
Por ello, debemos de educar inculcando valores, humanidad y generosidad. Ese es el mejor legado para nuestros queridos niños, el mejor regalo.
Etiquetas:
Más minicuentos en tweeter @cuentamequeteco
Ubicación: España
Valencia, España
miércoles, 1 de febrero de 2017
LA CIGARRA Y LA HORMIGA II PARTE
LA CIGARRA Y LA HORMIGA II PARTE
Al principio, el invierno se pasó un poco lento en el albergue de Cigarras, a pesar de eso nuestra protagonista aprovechó el tiempo. Las abejas monitoras les enseñaron Iniciativa Emprendedora y a saber respetar el trabajo propio y el de los demás.
La Cigarra hizo amistad con tres Cigarras más y montaron un cuarteto de "Jazz and blues". Los días, ya no se hacían tan largos allí, sin disfrutar del sol de primavera, ya que tocaban y lo pasaban muy bien con su público.
Tanta ilusión les hizo su pequeña banda, que pensaron en montar un pequeño local de cañizo en el Reino del Prado Sur cuando pasase el invierno. Tocarían todas las noches Jazz y Blues para animar a sus vecinos.
Dicho y hecho, con mucho esfuerzo y dedicación, pudieron montar su localito de música. El día de la inauguración estaba lleno, invitaron a todos los insectos del prado, las hormigas no se lo perdieron, tampoco los escarabajos peloteros ni las abejas monitoras.
Tiempo después, el anciano Rey decidió nombrar de primer ministro a la Amantis Religiosa para que gestionase el reino. El primer ministro contrató a todos sus familiares y amigos en varios ministerios y fueron tantos, que tuvo que subir desmesuradamente los impuestos.
El localito de las Cigarras se resintió, tenían deudas y el precio de las entradas y las consumiciones se encarecieron en exceso, por lo tanto, bajó mucho la afluencia de clientela.
Un día sin más, tuvieron que echar el cierre a pesar de toda la ilusión que le habían puesto y lo que les gustaba su trabajo.
Las Cigarras, cómo debían dinero a sus amigos, decidieron emigrar al Reino del Prado Norte para trabajar y poder pagarles. Allí hacia más frío en el exterior, pero tenia un gigantesco invernadero y allí crecían hortalizas y frutas todo el año, por lo tanto no se estaba tan mal.
Pudieron montar otro local de Jazz, ya que habían ayudas para los emprendedores y los impuestos eran más bajos.
El cuarteto echó de menos el Reino del Sur, pero tuvieron que admitir que quizás ese Reino después de las circunstancias, ya no era el suyo.
Etiquetas:
Más minicuentos en tweeter @cuentamequeteco
Ubicación: España
Valencia, España
martes, 10 de enero de 2017
LA CIGARRA Y LA HORMIGA ( I PARTE )
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
I PARTE
Pasó el verano la Cigarra cantando y tumbada a la sombra.
Buena parte de ese tiempo ocioso, también se reía de una hormiga que trabajaba sin descanso acumulando alimentos para el duro invierno.
Al llegar el frío, la Cigarra no pudo encontrar víveres y desesperada llamó a la puerta del hormiguero.
Casualidad abrió la hormiga de la cual la Cigarra se reía, fue entonces cuando una sonrisa de satisfacción se reflejó en su gesto, al pensar que el trabajo había merecido la pena.
Antes de que pudiesen cruzar palabra, por detrás se acercó el Ciempiés, que era, recaudador del Reino del Prado Sur.
Buenas tardes, vengo a llevarme un tercio de las reservas de alimentos para la despensa Real, el Rey acaba de decidir crear un albergue para cigarras.
Un salto de alegría fue la reacción de nuestra Cigarra, ante tan buena noticia para su necesitada situación.
Camino de la despensa Real, se volvieron la Cigarra y el Ciempiés cantando un blues, muy felices, mientras la Hormiga hundida, se quedó meditando, si el verano siguiente podría coger unas pequeñas vacaciones.
FIN
Etiquetas:
Más minicuentos en tweeter @cuentamequeteco
Ubicación: España
Valencia, España
Suscribirse a:
Entradas (Atom)