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miércoles, 5 de septiembre de 2018

SOLTANDO LASTRE

SOLTANDO LASTRE

Sonrió a media mañana
el lastre quedó atrás
profundamente suspiró

Tiempo ha, que soportaba la carga
la pena, solo era suya
como una cuenta pendiente consigo mismo

La deuda quedaba saldada
el contador empezaba de nuevo...
mejor no... ¡ ya no contaré más !

Ya no habrán objetivos inútiles
ya no habrán necesidades vacuas
hoy es el momento de despertar

De vivir el aquí y el ahora
de no mirar atrás con inquietud
de no mirar adelante con agustia

Es el momento, ahora....
rió y volvió a suspirar
a respirar.......

jueves, 23 de agosto de 2018

MOCIÓN DE CENSURA "Dos Más Uno, no son Tres II Parte"

MOCIÓN DE CENSURA

"Dos más uno, no son tres
II Parte"

Sandra despertó esa mañana de lunes poco a poco, lentamente. El programa tertulia de la emisora de radio le devolvió a la realidad cotidiana después del fin de semana.

En el trabajo se dispuso a entregarse a fondo, sin pensar en nada más, de esta manera, trabajando duro sin apenas parar, apartaba momentáneamente a Ernesto de sus pensamientos y serenaba su espíritu.


Aceptó, mejor dicho, pidió y casi rogó un par de expedientes a una compañera, para tener todo el día ocupado, de hecho terminó bastante tarde. A las nueve de la noche cerraba ella la oficina, dispuesta a volver a casa.


Decidió volver andando, era una manera de relajar la mente y de paso llegar más cansada. Para no tener que pensar, para no acordarse de su desgracia, estar enamorada de un hombre casado, que también la quería, pero no era lo suficientemente valiente para liberarse de la carga de un matrimonio muerto y enterrado.


Recordó en el trayecto, durante el rato de hacer la remolona en la cama la tertulia con la radio de fondo, era la noticia estrella del año. La repetían y analizaban una y otra vez. La moción de Censura de Pedro Sánchez al gobierno del Pp. Era una realidad, a pesar de la debilidad parlamentaria del PSOE, había salido adelante. Sandra pensaba casi aún dormida, !quien iba a decirnos, que éste hombre iba a conseguir ser presidente, si hace unos meses estaba acabado!


Decidió no darle más vueltas a la cabeza y disfrutar del paseo de vuelta a casa. Al pasar por el hotel Avenida, vio una pareja, salían de la mano y se besaron, fue un largo beso, seguido de la unión de sus frentes mientras repetían una gran sonrisa, casi con la mueca de una carcajada, rememorando los momentos de placer recientes en la habitación del Hotel.


Sandra no sabía dónde meterse, automáticamente dio la vuelta para variar su rumbo y no toparse con la pareja de cara. La mujer era la esposa de Ernesto, le estaba siendo infiel....


Al llegar a casa pudo asimilar lo vivido hace un rato. ¡ Hay que ver ! se dijo en voz alta, lo que hemos aguantado Ernesto y yo por respeto a esta gua.....

No se atrevió a terminar el calificativo, se mordió la lengua y de su garganta salió un gruñido de ira.

Cuando se armó de valor, llamó a Ernesto, y lo primero que salió de sus labios fue ¡ Moción de censura !

Ernesto le preguntó si estaba, bien y que era lo que le estaba contando. ¡ Estoy perfectamente ! le dijo Sandra, tenemos que hablar en persona.

Cuando se vieron comentaron lo ocurrido en la puerta del hotel Avenida, cuando Ernesto lo asimiló, no pudo hacer otra cosa que reír. Era su momento, ahora si, ya no habían obstáculos, las circunstancias mandaban y tenían carta libre para poder cumplir su sueño.


Al poco tiempo, Sandra y Ernesto estaban viviendo juntos su amor esperado. La " expareja " de Ernesto también re hizo su vida sentimental rápidamente, en realidad, ya tenía bastante tarea adelantada en ese sentido, con su antes amante. Los hijos del matrimonio, ya mayores aceptaron su decisión y como pocas veces ocurre en la vida, la ruptura fue fácil y diplomática.


Tiempo atrás quedaron los años de amor en la sombra, de insatisfacción y represión, pensaba Sandra tiempo después, una tarde en el sofá de casa, recostada en el hombro de Ernesto.

Recordó esa día en el que España se acostaba con un gobierno y se levantaba con otro, cómo si no pasara nada. En su caso fue similar, a su particular sentencia Gürtel-Hotel Avenida, hubo que sacarle rendimiento y como un político oportunista cualquiera, ella aprovechó el momento.

El resultado para bien o para mal, el tiempo lo dirá, cómo siempre en la vida habrá quien esté a favor o en contra, nunca está todo el mundo de acuerdo. Lo importante es, que en las acciones que se realizan en la vida, se tenga la convicción de hacerlas con el corazón y la conciencia tranquila, Sandra y Ernesto la tenían, lo que no es seguro, es que en todos los casos sea de la misma manera.....

sábado, 14 de abril de 2018

DOS MÁS UNO, NO SON TRES I PARTE

DOS MÁS UNO, 
NO SON TRES
I PARTE


Sandra no se quejaba de la vida que le había tocado en suerte, ¡con las desgracias que hay en el mundo, no estoy tan mal! repetía una y otra vez, quizás en los momentos en los que más necesitaba a alguien, que le diese un poco de apoyo.

No es que Sandra estuviese sola, todo lo contrario, tampoco le faltaba trabajo, de hecho no tenía un mal empleo, disfrutaba de una buena posición, que se ganó con mucho esfuerzo y horas de sueño perdidas dedicadas al estudio.

Ese necesitado apoyo, no lo podía recibir de nadie, por que no podía, o eso pensaba ella, no quería revelar su escondido secreto. Un amor imposible.... pues estaba enamorada de un hombre casado, el cual, junto con su mujer, formaban parte del grupo de sus amistades.

Por otra parte, la vida de Ernesto con su mujer, transcurría paralela a la de Sandra, vidas, que por momentos se cruzaban ocasionalmente, en los momentos en los cuales coincidían con los amigos.

Al igual que Sandra, Ernesto no había compartido con nadie sus sentimientos. Tras años de matrimonio, después de haber visto crecer y emanciparse a sus hijos, el amor que antaño le unía a su mujer, ya no era hoy en día más que algo del pasado, un pasado que recordaba con melancolía, echándose la culpa a si mismo del final de algo tan especial. No se podía explicar que había ocurrido y ese remordimiento le estaba  atormentando el alma.

Los fines de semana el grupo de amigos quedaban para disfrutar de su tiempo libre. 
Sandra, intentaba disimular el amor que sentía y Ernesto hacía algo semejante, fingía junto a su mujer, para que nadie se diese cuenta, que su relación sentimental estaba rota por su parte. Era para ellos dos, algo agotador emocionalmente.

Llegado un día, Ernesto asimiló que había llegado el final y después de darle muchas vueltas en su cabeza a la situación, decidió seguir cómo hasta ahora, disimulando. Dentro de la delicada situación sentimental, algo había ya superado, el complejo de culpabilidad.

La vida del matrimonio y de Sandra siguió igual hasta que, en una cena en casa de unos amigos en común, pasó algo, que ninguno de los dos nunca buscó, ni esperaba.
El trajín de platos entre la cocina y el salón tenía que pasar por un largo y estrecho pasillo, en repetidas ocasiones, se cruzaron Sandra y Ernesto llevando y trayendo cosas, levantando las manos para no tropezar y poniendo cara de circunstancias al tener que evitarse....

Sus miradas, en uno de los cruces de pasillo se encontraron, hubo un momento, en el cual sin querer, sus ojos coincidieron en lo que se les hizo una larga y sensual toma de contacto visual, un ligero escarceo que aunque breve, les hizo estremecer.

Desde entonces, en esa cena y en siguientes ocasiones, se buscaban de manera cómplice, una sonrisa a escondidas, el roce de un dedo al pasarse un plato o una mirada disimulada de reojo. 
De esta manera, casi inocente, sus contactos, fueron públicos, delante de todos, furtivos y cándidos, perpetrando un idilio, que verdaderamente, ni siquiera merecía la pena llevar ese calificativo.

El tiempo iba pasando y todo seguía igual, el matrimonio de Ernesto continuaba su farsa, ella, que nunca dejó de darse cuenta de la frialdad de la relación, intentaba sin éxito rescatarla, sin darse cuenta, que era cómo un náufrago que se agarra al último madero del barco, esperando una ayuda que nunca llegaría.

Mientras, sus vidas se convirtieron en un bucle repetitivo de desilusión y desesperanza,  paradójicamente, los dos, sólo encontraban refugio en las reuniones de amigos, dónde ella podía divertirse y olvidar y Ernesto ver a Sandra.

Sandra, esperaba que algún día Ernesto, se decidiera a dar un paso al frente, valientemente, haciendo realidad una relación que sólo existía en su mutua imaginación y anhelos. Su furtiva relación, se materializaba en público, pero a escondidas...... el contacto de una mano por detrás de la espalda en una foto de grupo o cuando le cedía el paso, abriéndole una puerta cortésmente, sólo para verla reír de cerca y seguirla detrás para poder oler su perfume.

De esta manera tan cobarde y desesperante, continuaron los tres sus vidas, cómo si algo les impidiese salir del atolladero sentimental en el que habían encallado, sin atreverse a hacer nada, cómo en un mal sueño en el cual estás en equilibrio en un precipicio y no te atreves a moverte por si caes. Una mala pesadilla de la cual no ves el momento de poder despertar.........

domingo, 28 de enero de 2018

¿VERDE EXTINTO?


LLUVIA, AGUA, VIDA...
RECUERDO DIFUSO
BIENVENIDA NUEVAMENTE

DON,  EXTRAÑADO EN LEVANTE 
CONFUSOS TIEMPOS..... 
¿VERDE EXTINTO?.....

NO NOS DEJES...... VEN.....LLENA....,

NATURAL Y TÍPICA NECESIDAD,
DE UN ESTE 
AÑO A AÑO....
MÁS SEDIENTO........

sábado, 7 de octubre de 2017

CAMBIO YO.... CAMBIAS TÚ

CAMBIO YO...... CAMBIAS TÚ

Todos evolucionamos, cambiamos.

A solas, en buena o mala compañía.

Gracias a alguien.... a veces por voluntad propia, a veces por circunstancias duras o adversas. 

Pero desde luego, nunca y en ningún momento, somos los mismos, cambiamos, mutamos......

No queremos saberlo, no queremos darnos cuenta, no nos gusta que nada pueda sacarnos, de nuestro supuesto reducto seguro, algo a lo que aferrarnos, cómo un tótem que nos ofrece un pequeño territorio o mini universo inamovible.

Siempre tendremos preguntas, preguntas que nos llevan a la duda e incertidumbre. 

¿Evolucionamos o cambiamos todos a la vez?
¿ Será quien yo conocí, siempre igual? 
¿ Puedo esperar lo mismo siempre de esa persona?......

La respuesta no es fácil, ni certera. 

Cada uno es cada cual, cada uno es cómo es, cada circunstancia y cada persona pueden cambiar por motivos diferentes, los cuales, no alcanzaremos nunca a controlar.

No mires siempre igual, no busques siempre lo mismo, no esperes algo, que en el momento que lo probaste, te sepa siempre de la misma manera.

Por qué, desde entonces, quizás ya no sea lo mismo, puede que sea parecido, mejor o peor..... 

Pero desgraciadamente, nunca será igual..........


sábado, 16 de septiembre de 2017

miércoles, 30 de agosto de 2017

LA MONEDA

LA MONEDA



Siempre quiso ser libre, independiente, cómo las chicas de las series de televisión, esas series en las que van siempre tan monas, vistiendo elegantemente, en una gran ciudad, con muchas luces y restaurantes a los que va gente muy importante.

Pensó que las amigas del pueblo, se morirían de la envidia si supiesen la forma de vida que se había montado en la capital. No se podía quejar, ya que había conseguido un muy buen trabajo, un piso precioso... y algo que jamás se le ocurriría confesarles. Tenía dos amigos, si... dos amigos, de los que se quedan a dormir después de una velada con botella de vino, con una buena sesión de sexo, sin tabues, sexo del bueno, sin complejos, eso si, ninguno debía de saber nunca de la existencia del otro. Esa era la premisa, para que todo funcionase a la perfección.

Olga, jamás pensó en lo duro que es ser una mujer de hoy, independiente, trabajadora, todo muy bonito, pero precisamente lo que no le sobraba era tiempo, siempre de cabeza. Buena parte de ese tiempo se lo dedicaba a lo que ella denominaba su “ Pequeno Secreto “. Su secreto no era otra cosa, que su relación a la vez con los dos chicos.

Pasaron los meses, quizá un año, realmente estaba tan liada entre el trabajo, la casa y atender a sus dos queridos amantes, que ni recordaba el tiempo que llevaba con ese trajín.

Exausta, se planteó que había llegado el momento de levantar el pié del acelerador, la aventura, ya la estaba no solo aburriendo, si no agotando. Fue bonito y rematadamente excitante, pensaba, mientras se planteó la manera de elegir a uno sólo de sus galanes, para convertirlo en su única pareja.

Andrés era un cuerpo diez y mejor en la cama, guapo a rabiar, una delicia morena, un pecado inconfesable. Sus citas no eran de elegancia y glamour precisamente. No le importaba, su sola presencia le estremecía. Salir a cenar a una cadena de comida rápida y ver una pelicula en el cine, nunca lo consideró algo ordinario, tampoco su trabajo, Andrés era el electricista más majo, que había conocido nunca.

Ramiro, tampoco estaba mal, la verdad es que en la cama era buenísimo, pero no precisamente el más guapo del mundo. El alto ejecutivo de una empresa telefónica, en sus fascinantes citas, llevaba a Olga a los mejores restaurantes de la ciudad, conocía a buena parte de la burguesía de la zona y tenía en el puerto, un yate de los que no habría ni soñado antes de conocerlo.

Había llegado el momento de decidirse, lanzó una moneda al aire, al caer salió cruz. Andrés....
¡ volveré a tirarla ! Dijo en voz alta Olga, y volvió a salir cruz. Repitió la tirada y a la tercera salió cara. Eso significaba que iba a elegir a Ramiro, su galán ejecutivo. Con una sonrisa y un suspiro pensó, que ese era el destino que le había deparado la moneda, o por lo menos eso quiso pensar, mientras decidía cómo decirle a Andrés que quería romper con él. Cogió el teléfono y le llamó para darle la noticia. Una vez colgó, pensó en que hoy pediría langosta en el restaurante al que le iba a llevar Ramiro. Me encanta la langosta.... mientras reía, borró el número de Andrés de la agenda.


viernes, 18 de agosto de 2017

GRIS CONTAGIOSO

GRIS CONTAGIOSO

Se levantó cómo todas las mañanas, desperezándose, y sin ganas de nada.
Al mirarse en el espejo, observó que su cara y parte del cuerpo se habían vuelto, de un tono grisáceo, oscuro....... cómo los días de tormenta en invierno.

Las prisas, no le dejaron pensar en más, se arregló y salió hacia el trabajo.
Por la calle, fue observando que algunas personas también tenían ese mismo tono gris, en sus caras, brazos o piernas, cómo si fuese algo contagioso, que se iba extendiendo poco a poco, tapando el color natural de cada uno.......
ahogando su propia luz natural.

Durante la jornada, no pudo concentrarse en otra cosa, se miraba la piel, para ver si las zonas grisáceas aumentaban. Su melancolía característica, ese día se convirtió en angustia.

Pidió permiso a su superior para ir a consulta médica. Allí, no salió de su asombro cuando le dijeron que el tono de su piel era normal, que no se preocupase. Se fue hacia casa llorando.

Una vez en el apartamento, se encerró en su habitación, sin poder dejar de llorar, pensaba en porqué se veía así y no pudo encontrar respuesta. 
Así estuvo horas, acabó repasando su vida, recordando...... cuando en el colegio pintaba bodegones, afición que le llevó a realizar cuadros que causaban admiración para su corta edad. Lo que no pudo saber, es por qué había dejado de hacerlo.

¡ Dónde estarán mis pinturas ! exclamó. Buscó por todos los armarios y cajones, bajó al trastero y entre un montón de cosas viejas, allí estaba su estuche, lleno de polvo, esperándole.

Subió directamente a la terraza, colocó el caballete, un viejo lienzo amarillento y empezó a pintar el horizonte hasta que anocheció.

Al bajar a casa, ya no se sentía triste, la angustia había desaparecido..... incluso ya no recordaba su piel gris. Al día siguiente, al mirarse al espejo, su rostro era normal, incluso una sonrisa apareció reflejada.


Desde entonces ya no guardó su estuche de pinturas, lo dejó cerca, a la vista, por si el gris volvía a su vida. Por la calle y en el trabajo, siguió viendo gente gris, no se atrevió a decir nada, por si pensaban que le había invadido la locura. Había encontrado la cura a la epidemia de gris contagioso, por casualidad, entre sus recuerdos y vivencias de la infancia, donde la inocencia y el color, predominan.

domingo, 23 de abril de 2017

EL INCORRUPTIBLE

EL INCORRUPTIBLE

De todos los miembros del partido político que conocía, él mismo, era el único que no había sacado tajada nunca.

En las últimas elecciones volvieron a ganar, cómo en la infinidad de ocasiones anteriores.

Nuestro protagonista, sorprendido de que  los votantes no les echaran de la vida política, con un gran fracaso electoral, empezó a pensar que quizás la corrupción no era tan mala. 
Pensó que todos los miembros de su partido que el conocía, se habían comprado un gran coche o un gran barco gracias a sus influencias y haber robado de las arcas públicas. 
También pensó que el pueblo nunca les había recriminado sus fechorías, en los miles de trapicheos, por lo tanto, su conclusión fue, que no debería de ser tan malo. 

De pronto se imaginó disfrutando de una mañana de sol en el ático ese tan caro del que tanto le hablaba su mujer. Total, tampoco tenía que robar tanto, solamente unos cuantos contratos a dedo, unas cuantas licitaciones de obra sobre valoradas y unas pocas de comisiones, su sueño se haría realidad. 

Desde entonces sus compañeros de partido ya no le llamaron el incorruptible. Las siguientes elecciones todavía aumentaron su ventaja electoral. 


Es lo que quiere el pueblo, se decía riendo desde su ático, tumbado al sol con una copa de champán francés en la
mano y una sonrisa sarcástica en su recién estrenada cara dura.

martes, 21 de marzo de 2017

VENCIDA OSCURIDAD

VENCIDA OSCURIDAD

Tras meses de frío y penumbra, mañanas gélidas y largas noches, la luz se abre paso, poco a poco...
.. sin prisa, arañando cada día, unos minutos a la oscuridad.

Marzo se despereza despacio, despertando de la prolongada quietud invernal, siendo protagonista de una lenta metamorfosis que desemboca en una nueva estación.

Atrás quedaron esas tardes de diciembre, cuando apresuradamente, el sol abandonaba tan pronto levante......
tan pronto, que el Mediterráneo, triste al igual que sus moradores, ansiaba la llegada de cada nuevo día, el cual,
repetidamente terminaba una y otra vez de forma precipitada.

Por fin, las flores rompen en un estallido de olor y color, deleitando los sentidos, que junto la luz y el calor, consiguen sacarnos del prolongado letargo emocional.

Por fin los trinos de los pájaros, resuenan, dando la bienvenida a la estación que abre sus puertas e inaugura la mejor parte del año en el hemisferio norte.

Se acabó la cuenta atrás, el momento ha llegado, disfrutemos de ello y vivamos al minuto éste ansiado regalo.

Un obsequio, que a medida que la vida pasa, valoramos mucho más cada año. Años que van pasando, acumulando recuerdos y experiencias, pero que ya no se repiten.

Disfrutad amigos, de ésta preciosa estación, que es la envidia de los que nos visitan y  saben la suerte que tenemos.

Deleitaros y vivir cada momento, para cuando vuelva el frío y la oscuridad, no tengamos la sensación de que otro año ha pasado tan rápido..... que no nos dio tiempo de saborearlo.

viernes, 24 de febrero de 2017

EL MEJOR REGALO

EL MEJOR REGALO


El vacío vital, vino acompañado de una melancólica tristeza, dolorosos ingredientes, que mezclados, fueron parte de un mal trago emocional.
El final había llegado, consecuencia de una avanzada edad, que por regla general, no suelen alcanzar el resto de los mortales.

Infinidad de recuerdos se quedaron atrás, cuando su centenaria abuela la abandonó. Recuerdos de una familia que ya no estaba completa, por qué, dos generaciones ya eran parte del pasado.

Después de la pérdida.....pasó el verano, el otoño, y el frío invierno llegó. En enero, el día de su cumpleaños iba a ser el primero sin sus seres queridos. La casualidad o un guiño de la providencia quiso que Chebem, fuese a nacer en esa misma fecha.

Una niña preciosa, de grandes y curiosos ojos. De sonrisa generosa y gesto amable. Una bendición que recibimos con ilusión. Un regalo en forma de criatura, que la hizo la más feliz de las tías.

La vida se abría paso y una pequeña personita, vino a alegrársela a ella y al resto de la familia. Alegría y gozo unidos, que llenaron el vacío que dejaron nuestros mayores.

Chebem nos trajo algo muy grande, representa lo mejor que podríamos esperar, que es, su alegría y ganas de vivir.
Su inocencia, nos trae los recuerdos de nuestra infancia, casi borrados por el paso del tiempo.

La niña de nuestros ojos, querida ahijada, representa, la esperanza y el futuro de una nueva generación. Deseamos que disfrute de un mundo mejor. Un mundo sin guerras ni egoísmo, sin crueldad ni prejuicios, sin envidias ni discriminación.

Por tanto, lucharemos, lucharemos por qué, el conformismo es la anestesia del entusiasmo y la indiferencia es cómplice de la injusticia.

Por ello, debemos de educar inculcando valores, humanidad y generosidad. Ese es el mejor legado para nuestros queridos niños, el mejor regalo.

miércoles, 1 de febrero de 2017

LA CIGARRA Y LA HORMIGA II PARTE

LA CIGARRA Y LA HORMIGA II PARTE

Al principio, el invierno se pasó un poco lento en el albergue de Cigarras, a pesar de eso nuestra protagonista aprovechó el tiempo. Las  abejas monitoras les enseñaron Iniciativa Emprendedora y a saber respetar el trabajo propio y el de los demás.

La Cigarra hizo amistad con tres Cigarras más y montaron un cuarteto de "Jazz and blues". Los días, ya no se hacían tan largos allí, sin disfrutar del sol de primavera, ya que tocaban y lo pasaban muy bien con su público.

Tanta ilusión les hizo su pequeña banda, que pensaron en montar un pequeño local de cañizo en el Reino del Prado Sur cuando pasase el invierno. Tocarían todas las noches Jazz y Blues para animar a sus vecinos.

Dicho y hecho,  con mucho esfuerzo y dedicación, pudieron montar su localito de música. El día de la inauguración estaba lleno, invitaron a todos los insectos del prado, las hormigas no se lo perdieron, tampoco los escarabajos peloteros ni las abejas monitoras.

Tiempo después, el anciano Rey decidió nombrar de primer  ministro a la Amantis Religiosa para que gestionase el reino. El primer ministro contrató a todos sus familiares y amigos en varios ministerios y fueron tantos, que tuvo que subir desmesuradamente los impuestos.

El localito de las Cigarras se resintió, tenían deudas y el precio de las entradas y las consumiciones se encarecieron en exceso, por lo tanto, bajó mucho la afluencia de clientela.

Un día sin más, tuvieron que echar el cierre a pesar de toda la ilusión que le habían puesto y lo que les gustaba su trabajo.

Las Cigarras, cómo debían dinero a sus amigos, decidieron emigrar al Reino del Prado Norte para trabajar y poder pagarles. Allí hacia más frío en el exterior, pero tenia un gigantesco invernadero y allí crecían hortalizas y frutas todo el año, por lo tanto no se estaba tan mal.

Pudieron montar otro local de Jazz, ya que habían ayudas para los emprendedores y los impuestos eran más bajos.

El cuarteto echó de menos el Reino del Sur, pero tuvieron que admitir que quizás ese Reino después de las circunstancias, ya no era el suyo.

martes, 10 de enero de 2017

LA CIGARRA Y LA HORMIGA ( I PARTE )

LA CIGARRA Y LA HORMIGA
I PARTE

Pasó el verano la Cigarra cantando y tumbada a la sombra. 
Buena parte de ese tiempo ocioso, también se reía de una hormiga que trabajaba sin descanso acumulando alimentos para el duro invierno.

Al llegar el frío, la Cigarra no pudo encontrar víveres y desesperada llamó a la puerta del hormiguero.

Casualidad abrió la hormiga de la cual la Cigarra se reía, fue entonces cuando una sonrisa de satisfacción se reflejó en su gesto, al pensar que el trabajo había merecido la pena.

Antes de que pudiesen cruzar palabra, por detrás se acercó el Ciempiés, que era, recaudador del Reino del Prado Sur.

Buenas tardes, vengo a llevarme un tercio de las reservas de alimentos para la despensa Real, el Rey acaba de decidir crear un albergue para cigarras. 

Un salto de alegría fue la reacción de nuestra Cigarra, ante tan buena noticia para su necesitada situación.

Camino de la despensa Real, se volvieron la Cigarra y el Ciempiés cantando un blues, muy felices, mientras la Hormiga hundida, se quedó meditando, si el verano siguiente podría coger unas pequeñas vacaciones.


         FIN

lunes, 26 de diciembre de 2016

EFÍMERO INSTANTE

EFÍMERO INSTANTE

Cada año, cómo siempre, en su recta final, se hace inevitable echar la vista atrás. Ese momento, ese instante en el que, al mirar el calendario, nos damos cuenta de lo rápido que pasó.

Cada cual, a su manera, hace balance de lo acontecido. Recordamos el caluroso aunque añorado verano, de noches al aire libre, con la brisa nocturna rozándonos el rostro y ese olor a mar que todo lo llenaba.


Recordamos la primavera, que nos regaló las flores, deseado tesoro, que aguardabamos durante el frío invierno y se recibe con la alegría de un sol, que desperezándose inicia un nuevo ciclo.


En ese instante, nos damos cuenta, que la vida pasa rápida, que el tiempo que se nos concede, no és más que un efímero episodio, un micro segundo, comparado con los millones de años, con los que el inmenso universo nos contempla.

De ésta manera, el tiempo nos demuestra lo humildes que debemos ser, nos hace caer en la cuenta de que no somos tan importantes cómo creemos y no somos tan grandes cómo pensamos. Que año tras año, década, siglo...... todo pasa, y sólo permanece la memoria.


De cada cual depende que esa memoria, esos recuerdos que dejaremos atrás, sirvan para que los que nos siguen, puedan estar orgullosos de nuestro efímero paso por la vida.

sábado, 3 de diciembre de 2016

PARAÍSO PERDIDO

PARAÍSO PERDIDO

Juliana amaneció con la agenda cargada de tareas pendientes. La vida del autónomo no era fácil y tenía que lidiar día sí y día también con infinidad de asuntos que hacer aparte de atender su tienda.

Harta de ir de trabajo en trabajo basura, un día, ella y su marido, decidieron coger el traspaso por jubilación, de una tienda en su barrio. Removieron cielo y tierra para conseguir el dinero necesario y realizaron el maremágnum de papeleo, para poder hacerse cargo del negocio, su negocio, donde no le importaba, echarle las horas que hicieran falta para que saliese adelante.

Esa mañana tenía que recoger género, se levantó temprano y se fue al almacén de la empresa de transportes en el polígono. Iba pensando en las miles de cosas que tenía que hacer sin darse cuenta que había un control de radar a la salida de la ciudad. El agente de tráfico la paró y le comunicó que circulaba a 65 km/h, en un tramo estipulado en 50. Juliana resopló con cara de contrariedad y resignación a la vez.

Siguió camino hacia el polígono, de mal humor por culpa de la multa, pero intentando que eso no le amargase el día. En la empresa de transportes recogió el género y se dispuso a ir a la oficina de su gestor, para llevarle unas facturas, mientras, su marido estaría a punto de abrir la tienda.

Buenos días, dijo al entrar en la gestoría, aunque para ella, de momento no lo eran. ¿Que tal Juliana, cómo te va todo? Le preguntó Álvaro, su gestor. Pues oye, le contestó Juliana, no me quejo, después de los cuatro años que nos ha costado levantar el negocio, por fin, ya se van viendo frutos. Pero, me están quitando las ganas.

¿ Y eso ?, le preguntó Álvaro. Nada hijo, que encima de lo duro que es sacar todo para adelante, últimamente se me ponen al lado de la tienda unos cuantos vendedores "top manta" y me están quitando ventas. Estoy cabreadísima, y esta mañana yendo al almacén, me han puesto una multa de tráfico. La verdad, gracias por preocuparte, pero estoy que trino.

Vaya, lo siento. El caso es que tenía que decirte que el recurso que hicimos sobre las dos multas de la Agencia Tributaria que trajiste han sido desestimados y te tocará pagarlas. Rondan los mil Euros. En efecto tu antiguo gestor dejó de incluir una factura y presentó tarde una declaración negativa. Aunque no toque pagar, hay que presentarla también al final del trimestre sin falta.

La cara de Juliana se fue poniendo roja por segundos y volvió a resoplar. Mierda, exclamó y se llevó las manos a la cabeza. Tras unos segundos de asimilación, dijo, !bueno¡, Álvaro, que le vamos a hacer, pagaremos y ya está. Le entregó las facturas que llevaba y se marchó para la tienda cabizbaja.

De camino, pasaron por su cabeza decenas de pensamientos, eso la agotó más. La verdad es que éste año cogemos vacaciones, sí o sí, se dijo en voz alta para auto convencerse. Hace años que querían ir de viaje a un país ecuatorial, un precioso e idílico país, que le habían contado que era cómo un paraíso. !Goyo, necesitamos vacaciones¡. Le dijo a su marido con cara de cansancio al llegar.

Unos meses después,habían conseguido organizarse el trabajo en la tienda, dejaron a una empleada a cargo y se fueron de viaje de relax al trópico.
Fueron para ellos unos días fantásticos, en los que descansaron y visitaron preciosos parques naturales, volcanes y ruinas de una antigua civilización. Por fin unos días de relax, que les hicieron sentir felices.

En una de las excursiones, visitaron una plantación de café ubicada en una zona preciosa y con una inmensa casa colonial. Se quedaron con el grupo a comer en la hacienda y se sentaron en la mesa al lado del dueño. Disfrutaron de la comida típica y de una conversación agradable. Durante la charla, el propietario les confesó tristemente que tenía que irse a Estados Unidos con su hija que vivía allí. Tenían que operarla de urgencia, por lo cual había puesto en venta la plantación ya que necesitaba el dinero para  la intervención.

Le dieron ánimos y le desearon que fuese bien la operación. Sin dejar del todo la charla le preguntaron cuanto pedía por la hacienda. Les dijo que le urgía, que su precio rondaría el medio millón de Dólares, pero que la emergencia le obligaba a hacer una gran rebaja para que pudieran operar a su hija. ! Ahorita pido cien mil Dólares ¡ es lo mínimo que necesito para pagar la factura del hospital.

Juliana y Goyo se miraron en ese momento aunque no dijeron nada. Después de la comida hablaron entre ellos de la posibilidad de aprovechar y comprar la plantación de café, era una gran oportunidad al estar tan barata, le hacían un favor al dueño en su necesidad y podrían disfrutar todo el año de ese paraíso. Sin saber cómo, quizás enamorados de esa preciosa tierra, se decidieron a hacer la compra.

El dueño se puso muy contento, cuando volvieron a darle la noticia, abrió una botella de vino y brindaron por el trato. Esa noche se quedaron a dormir y el propietario avisó al Notario que tenía unos compradores.

Sin dilación, nuestros protagonistas avisaron a su banco de la operación y en dos días el Notario estaba en la hacienda para firmar la compra venta. Mientras hacía los preparativos y repasaba los DNI, Luciana y Goyo se miraban ilusionados, a la vez tampoco podían perder ojo de la preciosa casa y de las vistas que ofrecía desde sus grandes ventanales. De repente oyeron unos disparos a lo lejos y el trote de unos caballos. Eso extrañó y atemorizó a todos los presentes.

Salieron a la puerta de la casa y vieron acercarse un convoy de varios todo terrenos que encabezaba un par de decenas de jinetes. Llegaron delante de la casa y saludaron. Señores les informamos que el país ha sido "liberado", el "Ejercito Revolucionario del Pueblo" toma posesión de esta hacienda para ponerla al servicio de la Revolución. Los que lo deseen podrán trabajar en la plantación cobrando un sueldo justo. Para los no residentes, tendrán diez días para renovar el visado o volver a su país. Se quedaron todos de piedra y el dueño de la plantación no pudo evitar echarse a llorar.

En el avión nuestros protagonistas todavía estaban en shock. Dios mío, menos mal que llegaron antes de que comprásemos, le dijo Juliana a su marido acurrucada en su hombro, mientras, no pudo evitar que una lágrima resbalase por su mejilla. Bueno mujer, dijo Gregorio, pensemos en positivo, en España es muy duro tirar para adelante, nos cuesta horrores mantenernos a flote, pero bueno, a pesar de todo y de no ser el paraíso soñado de momento podemos estar tranquilos, que ese tipo de cosas no pasarán.
Eso espero Goyo, que siempre podamos estar tranquilos y que nadie venga en un futuro a quitarnos el fruto de nuestro esfuerzo.

Se sonrieron, besaron y acurrucaron cabeza con cabeza, respirando tranquilos, todo había pasado por fin y estaban a salvo. La vida seguiría para ellos, dura y lejos de su paraíso soñado, pero segura al fin y al cabo.

viernes, 18 de noviembre de 2016

DIETA MILAGRO

DIETA MILAGRO

En el gimnasio, Rodolfo se sentía feliz, era para él cómo una válvula de escape, la clase de Zumba aparte de divertida le hacía olvidar sus problemas y le ayudaba a perder esos gramos diarios, tan difíciles de consolidar, en la eterna lucha contra su (digamos) caprichoso metabolismo.

Siempre era puntual en Zumba, se cambiaba en el vestuario y llegaba con tiempo de antelación para pillar su sitio preferido. La música y el baile le subían la moral y le disparaban las endorfinas, cosa que necesitaba por qué, no pasaba por sus mejores momentos.

La naturaleza no había sido muy generosa con Rodolfo, no pudo conseguir en su adolescencia, alcanzar una estatura aceptable y por ende, tenía predisposición al sobre peso. Para poner la guinda al pastel, últimamente una incipiente alopecia empezaba a ponerse de manifiesto en su coronilla. Maldita sea, se decía mirándose en el espejo del baño por las mañanas después de la ducha.

Aún recordaba el día que su novia le dejó. No hacía mucho tiempo de ello y todavía estaba flojo de moral. Sin embargo eso le sirvió de revulsivo para proponerse conseguir el peso ideal. Días después de la mala noticia y de auto fustigarse echándose la culpa de la ruptura, se apuntó al gimnasio y comenzó una dieta milagro, de esas que según le dijeron, no podían fallar.

Poco a poco y con esfuerzo fue consiguiendo perder una buena cantidad de kilos, se veía más ligero y fuerte, pues también empezó a levantar pesas y hacer flexiones. Quizá era su exclusiva forma de tener la mente ocupada para no pensar en su ex, pero de momento era lo único que le mantenía en equilibrio.

Una mañana, estando en el trabajo, el teléfono de Rodolfo sonó, y vio que la llamada la hacía su ex. Dudó al acercar la mano al teléfono móvil, pero se armó de valor y contestó con un dígame, que sonó un poco agudo por culpa de los nervios. Rodolfo, ¿te importaría que pasara esta noche por tu casa? es que tengo que comertarte algo. Bien, vale, cuando quieras te pasas, le contestó, concretaron la hora y se despidieron.

Todo el día estuvo Rodolfo dándole vueltas a cual sería la razón por la que ella quería pasar a hablar con él, de noche y en su casa, pues hacía meses que no se veían ni hablaban. No pudo evitar pensar en la posibilidad de que quisiera retomar la relación y se ilusionó.

Terminó de trabajar un poco antes y se fue al gimnasio para hacer musculación y flexiones, después se pasó por el peluquero para estar lo mejor posible esa noche. En casa se dispuso a esperar a que llegase.

Cuando ella llegó, Rodolfo fue a abrir vestido y peinado de forma impecable. Al entrar le saludó con dos besos y le preguntó como estaba. Él le contestó que bien y le hizo la misma pregunta.
Pues bien gracias, he estado viviendo en casa de un amiga y ahora he alquilado un piso. Me preguntaba si no te parecía mal que repartiésemos los muebles ahora que ya puedo. Rodolfo se quedó petrificado, sin palabras.
Perdona que sea así de brusca, pero es que me corre prisa y hemos dejado la furgoneta abajo mal aparcada. Si no te importa me llevaré el mueble del salón, el sofá, la mesa y sillas de la cocina. El siguió quieto, cómo si de una estatua se tratase.

En unos segundos pudo reaccionar, para decirle que bien, que cogiese lo que quisiera. Se dio media vuelta cabizbajo y se hundió en el sofá que en momentos se tenían que llevar, sin dejar de pensar, que la persona a la que quería, ya definitivamente se había desprendido de él.
Mientras ella no tuviese una relación y no se hubiese llevado sus cosas, la posibilidad de volver, en realidad, siempre estuvo en su mente. Ahora ya no había remedio.

Cuando terminaron de llevarse los muebles y algunos objetos personales, Rodolfo se quedó hecho polvo, sentado en el suelo de un salón prácticamente vacío, tan vacío, cómo se había quedado su corazón, ahora sí, definitivamente destrozado y sin ilusión.

Después de unos eternos minutos sentado a oscuras y dándole vueltas a decenas de recuerdos, pensó en llamar a un amigo y contárselo todo. El amigo de Rodolfo dispuesto a animarle le convenció para que le recogiese y saliesen a cenar. Venga Rodolfo, la vida son dos días, salimos un rato y nos despejamos.

En el restaurante, Rodolfo le contó a su amigo todo lo que había pasado mientras se comían unas raciones de bravas, huevos revueltos con jamón y un gran entrecot de buey. Esa noche se saltó la dieta, necesitaba consolarse con algo y el darse una gran comilona en compañía, era una buena manera de pasar el mal trago.

Después del postre, saciado y más tranquilo al haber contado sus penas, empezó a arrepentirse de haberse saltado la dieta, el disgusto sólo le había apartado unas horas de su obsesiva fijación. Seguro que he engordado medio kilo, se decía a si mismo una y otra vez, lamentándose. Cuando llegaron los cafés le dijo al camarero airadamente que trajese sacarina, fue su primera reacción, cómo si con ese detalle quisiera quitarle importancia a todo lo que habían comido previamente. 
Mañana para comer, hervido, iba pensando camino de casa después de despedirse de su amigo, ya retornando a su obsesiva realidad, una obsesión que para bien o para mal era de momento su único consuelo y distracción.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

NO SE PUEDE TENER TODO EN LA VIDA

NO SE PUEDE
TENER TODO EN LA VIDA

La vida en la aldea podía tener muchos calificativos, entre los cuales no estaban, fácil, divertida, agradecida y tampoco feliz. Así era la existencia de Altaira, que desde niña se sintió fuera de lugar, aunque no le faltaban amigos ni el calor del hogar familiar.

Inteligente y despierta, siempre se hacía preguntas, ¿ por qué tenemos que andar sobre barro en las calles cuando llueve? o ¿ por qué la aldea no dispone de iluminación pública?. Así ha sido siempre, le decían sus amigas y ella, que también nació inconformista, no lo entendía.

Altaira y su familia tenían una modesta explotación ganadera de vacas y cabras. Vendían leche y quesos en el pueblo cabecera de comarca. Después de la dura semana de trabajo iba con su padre y hermanos los sábados y domingos a vender su mercancía. Terminaba agotada, de una semana dura, pensando que, tenía que volver a madrugar el lunes para limpiar y dar de comer al ganado.

Altaira estaba a punto de cumplir 18 años y eso le hacía ilusión, su padre le dijo que para entonces le daría una sorpresa. Ese día le felicitó todo el mundo pues era muy querida. Por la tarde su padre llegó a casa con un joven de la aldea vecina y saludaron a toda la familia.

Hija mía, te traigo a Venancio, que hace tiempo te quería pedir en matrimonio, y ahora que ya eres mayor de edad, es el momento oportuno. Su madre y hermanos la felicitaron e hicieron una gran celebración. La sentaron al lado de Venancio y cenaron juntos.

Nuestra protagonista no recibió bien la noticia, no se hacía a la idea de casarse e irse a la aldea de Venancio, el chico estaba bien, incluso era guapo, pero no era lo que quería en ese momento, tampoco era lo que quería para ningún momento de su vida. No dijo nada, intentó sonreír durante la cena, pero su mente estaba lejos, muy lejos ya, de su presumible destino.

Por la mañana en la casa todo el mundo se puso en marcha,  era otra jornada de trabajo, pero no fue un día como otro cualquiera, descubrieron que Altaira había desaparecido dejando una nota.



La vida en la gran ciudad tampoco era sencilla, a las clases de Políticas en la universidad a distancia, Altaira añadía ocho horas diarias en un restaurante, pero le daba igual, estaba dando forma a su sueño, a una vida que se abría con un sin fin de posibilidades, que estaba segura podría conseguir.

Al cabo de un tiempo, conoció en el restaurante un chico de familia burguesa, con estudios y muy buena posición, aunque no excesivamente atractivo. Le propuso salir una tarde y ella aceptó, convirtiéndose en poco tiempo en novios.

La relación era perfecta y tenía el beneplácito  de la familia de su novio, también iba bien su carrera y el trabajo del restaurante. Muchas veces se acordó de Venancio, al que no volvió a ver las veces que visitaba a su familia. Ese chico guapo y fuerte, pero que era parte de un mundo al que Altaira ya no quería pertenecer.

Cuando se acordaba de ello, comparaba todo lo que ahora disfrutaba y lo que había dejado atrás, su actual pareja no era muy atractivo como Venancio, pero bueno, en realidad esa era la única pega. ¡ No siempre se puede tener todo en la vida! decía para sí, cada vez que rememoraba tiempos pasados.

martes, 25 de octubre de 2016

SE BUSCA MARIDO

SE BUSCA MARIDO

Un sábado cualquiera en un gran centro comercial cualquiera.

Laura y su marido iban cómo todos los sábados haciendo la compra. Con su carro, su lista y haciendo en mismo recorrido en zigzag por los pasillos. Siempre igual y de la misma manera, seguían el mismo patrón. Era fácil y podían ser capaces de hacerlo con los ojos cerrados. Laura iba comentando que tenía la sensación de que habían subido los precios y de que a pesar de ello el hiper mercado estaba lleno de gente, cuando se dio cuenta, iba hablando sola.

En ese momento le tocaron por la espalda. Perdona, a ver si me puedes ayudar, es que he perdido a mi marido hace nada. Le dijo una chica al entrar en el pasillo de jardinería.

Estos hombres siempre despistados, le contestó Laura. A mi marido también lo estoy buscando y ya me imagino donde está, seguro que en el pasillo de herramientas y bricolaje, o puede ser que en el de accesorios del automóvil.

Pues sí, es probable, la verdad es que son bastante previsibles, le contestó la chica. El caso es que estábamos mirando unas macetas y en un momento lo he perdido de vista.

Bueno, pues vamos a ver si los encontramos a los dos. Dime, ¿ cómo es tu marido ?. Pues es alto, 1,90, unos 90 kg de peso, musculado, ojos verdes, pelo negro no muy largo.........
Laura se lo imaginó y quizás, a la descripción le puso un poco más de su cosecha, pensando que llevaba una camisa que dejaba ver buena parte de su torso musculado y un pantalón ajustado que le marcaba bien el culo.

Salió de sus fantasías cuando le preguntó. ¿ y tu marido cómo es? para hacerme una idea.
Laura le dijo, mira.... ¿ que te parece si vamos juntas a buscar a tu marido, y luego ya buscamos al mío? 
Y así hicieron, yendo las dos en dirección al pasillo de accesorios del automóvil, mientras comentaban las ofertas mas interesantes.

Mientras la chica hablaba, Laura volvió a desconectar, se preguntó a si misma por qué se avergonzaba de lo poco atractivo que era ya su marido, por qué sentía curiosidad por conocer al otro marido perdido y descubrir si en realidad estaba tan bien como le había descrito.

Se siguió preguntando cómo habían llegado a esa rutina repetitiva todas las semanas. Incluso se preguntó si no era ella sola la que se sentía así, y su marido en realidad se había perdido a propósito, huyendo de su charla. Pensó que quizás también la veía poco atractiva e iba mirando con deseo a otras mujeres como entretenimiento por el hiper mercado intentando alegrar ese aburrido sábado de compras.


lunes, 17 de octubre de 2016

A MI NADIE ME HA PREGUNTADO

A MI NADIE ME HA PREGUNTADO


En un bonito país vivían un Rey y su Reina, eran unos reyes muy fotogénicos, pero poco más. Los Reyes no gobernaban, por que así lo quiso el pueblo en su momento, eso decían los cronistas, aunque curiosamente ya nadie se acuerda de ese detalle.

En ese mismo país, habían millones de personas que no entendían por qué el Rey no gobernaba ni tampoco por qué los políticos no se ponían de acuerdo. Todas esas personas, también se preguntaban, en que momento les habían pedido opinión para ponerlos como excusa en el lío que había montado.
A pesar de ello, nadie se atrevió a decir nada, todo el mundo siguió con sus tareas.................quizás por culpa de esa desidia
nunca les consultaban cosas importantes.

viernes, 14 de octubre de 2016

ESPERANZA PERDIDA

ESPERANZA PERDIDA

Marcial no sabía que ropa ponerse. ¿Americana con vaqueros? no, a ver, ¿traje con chaqueta y corbata?, no, ¿con pajarita?......
Estaba un poco nervioso, era la tercera cita que tenía con Mariela, quería estar perfecto para ella y que lo pasasen bien.

La recogió en la puerta de su casa y partieron hacia el centro. ¿Que tal la semana?, le preguntó para sacar conversación. Bien, dijo ella, sin novedad. ¿ Y el contrato con CEDA, ha salido bien? Sí, se firmó el martes, respondió sin extenderse.
Que difícil me lo pone, pensó Marcial, mientras paraban en un semáforo.

El restaurante era de lo mejor de la ciudad, no le faltaban estrellas Michelín, glamour y clientes importantes.
Le dedicó una sonrisa mientras ojeaban la carta y tomaban un vermout, a lo que ella respondió con una mueca forzada. Eso le despistó un poco de la carta de vinos y le bajó un poco la moral.

¿Ya decidieron los señores?, preguntó el maitre, pues una botella de Pesus, por favor, contestó Marcial. Excelente elección señor. A continuación pidieron la comida y el maitre se despidió con un gesto elegante.

Mariela estaba en silencio y eso hacía la situación tensa. Sin esperarlo empezó a hablar titubeante. Hizo comentarios superficiales sobre política, el tiempo y el calendario fiscal, lo que dejó a Marcial una sensación amarga. Escuchaba, y a veces los ojos se le perdían en las cuencas en un gesto de aburrimiento que intentaba disimular.

Tengo algo que decirte, comentó durante el postre. Dime guapa, le contestó. Se que me tienes gran estima y me has ayudado con el importante contrato que hemos firmado esta semana, pero............. es que no tengo la esperanza que lo nuestro pueda funcionar.

Sintió que la tierra se quebraba bajo sus pies y que se hundía en un abismo.
Mariela se disculpó y se despidió sin ni siquiera dedicarle un beso.
Maitre, por favor la cuenta, dijo Marcial en tono melancólico en el momento que pudo reaccionar al golpe.

Trajeron la cuenta y se dispuso a pagar cuando observó que ascendía a casi 1000 Euros. Repasando nervioso vio atónito que la botella de Pesus costaba 700 Euros. El pulso se le aceleró.

Cuando asimiló el error de no fijarse bien en el precio de la botella, se decidió a tomarse y saborear hasta la última gota que quedaba en ella. Mientras bebía, intentó consolarse sin lograrlo.
Cuando se fue Mariela dejándolo, pensaba que la esperanza es lo ultimo que se perdía, pero claro, eso era antes de comprobar la cantidad que acababa de perder con la dolorosa cuenta de la cena.